miércoles, 8 de junio de 2011

Literatura Colonial

En la literatura colonial de México podemos distinguir varios periodos. En el primero la literatura está vinculada con el momento histórico de la conquista, en él abundan las cartas y crónicas.

Se refiere a la descripción de los características literarias de los textos de los cronistas como: fusión de verbo con pronombre, arcaísmos (palabras antiguas)



Siendo los cronistas europeos hombres del renacimiento, su conducta y sus escritos corresponden a cierto patrón general vigente en su época, el  cual, rompiendo  con las manifestaciones de la Edad Media, se caracterizó de esta manera: en cuanto al contenido y en cuanto a la expresión.

Contenido:

  Se exalta el individualismo y el libre albedrío

  Se siguen los modelos italianos que ponderan la literatura clásica.

  Los escritores son hombres inteligentes, versátiles  y preocupados por su problemática social.

  Surge el espíritu crítico y el humanismo

  Los artistas sienten afán de perpetuar su obra y su memoria

  El pueblo, ante  la imposibilidad de imitar las hazañas, guerreras, se  inclina por las novelas de Caballería y el romancero, convirtiéndolas  en sus lecturas favoritas.



Expresion:

  En la palabra escrita se mezcla tanto el habla erudita como la popular, lo  que quiere decir que mezclaban lenguaje muy culto con uno menor

  Se evitan los sonidos fuertes (se dice efeto o colunna, en lugar de efecto o columna)

  Los escritores deben ser claros y precisos.

  El lenguaje debe ser enriquecido con los diversos matices de significado de los términos, o bien, incorporando  palabras nuevas.

Como la mayoría de los conquistadores era gente del pueblo,

en su habla prevalecen costumbres arcaicas, por ejemplo:

  Emplean palabras iniciadas con f en vez de h (fijo y no hijo)

  Cambian el género de ciertas voces (la mar, el calor, la puente)

  Unen preposición y pronombre (desta, della)

  Usan aun términos medievales como ansí o ansina, cihdad, arrempujar, apoquinar, catar (mirar), nacencia, chispar ( zafar)



  Alternan la conjunción y con su antecesora e

  En la conjunción de los verbos también se muestran peculiaridades especiales, frecuentemente el pronombre va antes del verbo, o sea proclítico (se haber); o se aglutina con el pronombre (facételo)

• La terminación en ll prevalece (hacello, tomallo)


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